LO QUE DICEN, QUE DICEN RESPECTO AL SACERDOCIO FEMENINO. Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*
A raíz del reciente pronunciamiento del Papa Francisco: “Ningún pecado borra el sello del Bautismo. Dios no reniega nunca a sus hijos” (Mayo 9/18). Ante este pronunciamiento, surgieron inquietudes que voy a compartir.
Las presbiteras estamos siguiendo nuestras conciencias en el movimiento ARCWP como presbíteras en obediencia profética al Espíritu. Una ley injusta debe ser desobedecida para poder cambiarla. Estamos llevando a la iglesia a reconocer la plena igualdad de las mujeres en todos los roles como imágenes de la Divinidad. Somos fieles al Evangelio y al pueblo de Dios al vivir la justicia en comunidades inclusivas de amor compasivo y justicia al margen de la Iglesia Católica. El patriarcado es el problema, las mujeres sacerdotes son profetas de la justicia. Al igual que Santa Juana de Arco, hemos sido condenadas, pero un día la Iglesia estará agradecida por nuestro fiel testimonio de la igualdad evangélica.
Queremos que el Papa Francisco levante este duro castigo y afirme nuestro derecho a seguir nuestras conciencias al vivir el Evangelio de Jesús como fieles testigos en la Iglesia Católica Romana. !No es justo, que en pleno siglo XXI, se siga creyendo que somos las culpables de la corrupción en el mundo! Negando así la redención de Cristo, para mujeres y hombres.
Nos hemos reunido alrededor de este tema, realizando un conversatorio en profundidad, aprovechando que nos hemos encontrado.
Una comenta, la más inquieta, que ha estado averiguando y leyendo y encontró lo siguiente:
“Aunque el Código de Derecho Canónico no la defina así, se suele considerar que el efecto de la excomuniónes la expulsión del delincuente de la Iglesia. Por la excomunión, el delincuente no pertenece a la Iglesia. Naturalmente, esta afirmación merece una reflexión: puesto que los bautizados no pierden su carácter del bautismo ni su condición de bautizados. En este sentido, no se puede decir que los excomulgados dejen de pertenecer a la Iglesia. Los vínculos de comunión espiritual e invisible no se alteran, pero se rompen los vínculos extrínsecos de comunión”.http://es.catholic.net/op/articulos/24033/la-pena-de-excomunin-en-el-derecho-cannico.html#
Otra, reacciona, diciendo: Por tan interesante descubrimiento, la verdad, es que de mi parte no me he sentido nunca como una “delincuente”. No me cabe en la cabeza que el anunciar el Evangelio, me haga “delincuente”. Es una palabra ofensiva y dolorosa, pero como bien dice el mismo articulo: “Naturalmente, esta afirmación merece una reflexión: puesto que los bautizados no pierden su carácter del bautismo ni su condición de bautizados”. Ninguna de nosotras, ha profanado el Eucaristia, no la ha pisoteado, o saqueado ningún sagrario. No nos hemos declarado herejes, ni cismáticas.
Otra: Si seguimos leyendo, encontramos el siguiente comentario al Canon 1331: “El parágrafo 1º se refiere al excomulgado, sin dar más especificaciones. Por lo tanto, se refiere a todos los excomulgados, lo hayan sido latae sententiae o ferendae sententiae. Mientras que el 2º parágrafo sólo se refiere a quienes hayan sido excomulgados ferendae sententiae (excomunión impuesta) o latae sententiae: se excluyen quienes hayan incurrido en excomunión latae sententiae no declarada.”
Otra, agrega: Eso que has leído, se refiere a que se haya recibido algún comunicado de la institución, como tal. Siempre y cuando se haya incurrido en escándalo. Así lo entiendo, eso me hsce recordar aquel pasaje del evangelio: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros».Jesús respondió: «No se lo impidan, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a nuestro favor….El que escandalice a uno de estos pequeños que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar.”Mc 9: 38-40:42
Una pregunta: De quién será la confusión, porque dentro de lo enunciado en el Derecho Canónico, las mujeres presbiteras no nos vemos reflejadas en lo que allí se dice: “Según las circunstancias puede ser “late sententiae“, si va junto a la comisión de un delito especialmente grave (apostasía, sacrilegios especiales, etc,), y “ferende sententiae“, si se comete un delito que conlleva amenaza de ser pronunciada esta sanción (robos, abusos, atropellos) (cc. 1364 a 1388). Dando a entender, que la excomunión tiene la finalidad de proteger al Pueblo de Dios.
Además ni bíblica, ni teológicamente, se conoce argumento alguno, que impida la ordenación a las mujeres.
Es bueno recordar, que Jesús, no ordenó ni hombres, ni mujeres. en la última cena. El sacerdocio, es un servicio que se hace a la Iglesia.
Está el Canon 1024, que dice: “sólo los hombres bautizados, pueden ser ordenados”. Nosotras preguntamos: Es que el agua con que bautizan a los varones, es diferente de la nuestra?.
Está la carta apostólica de Juan Pablo II “Ordenatio Sacedotalis” de 1994, y lo confirma Francisco cuando se refiere a ello: “Lo ha dicho Juan Pablo II, pero con una formulación definitiva. Esa puerta está cerrada”.
Es una pena, que las mujeres presbiteras, no seamos escuchadas, a pesar de haber solicitado una cita con el Papa. Lo que se haya dicho y se siga diciendo, se ha hecho a nuestras espaldas, sin comentar, sin consultar, sin compartir, argumentando que el pronunciamiento es de “constitución divina”. Como mujeres, no somos inferiores al varón. Somos iguales aunque diferentes. Ambos hemos sido creados/a imagen de Dios. Génesis 1:26.
Nosotras no tenemos dudas, acerca de nuestro ministerio presbiteral dentro de la Iglesia, somos conscientes, este tema necesita mucha oración, reflexión, diálogo, aclaración y compartir con el Pueblo de Dios, dando a conocer la Historia de las primeras comunidades cristianas, que se iniciaron en las casas de varias lideresas como Lidia, Febe, Priscila, la obispa Theodora y otras. (http://bridgetmarys.blogspot.com/search?updated-max=2018-05-29T20:27:00-04:00&max-results=500).
El tema no es para tratar, de manera superficial, es algo que nos implica a todos/as en todo el vivir y sentir de la Ecclesia. Sin desconocer el papel que juega la Cultura y la Sociedad, que tambien compete a la Iglesia.
Desde el momento en que solicitamos y aceptamos el sacramento del Orden ordenación al presbiterado, nos encontramos en santa desobediencia, siguiendo nuestra conciencia:
“Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres!” Hechos 5:29
Anunciamos el Evangelio sin fronteras, de manera inclusiva .”No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno en Cristo Jesús.” Gálatas 3:28. No pretendemos hacer competencia, mucho menos clericalismo, en actitudes y vestimenta.
*Presbitera católica romana
BIBLIOGRAFIA:
ARCWP Press Statement en respuesta a la declaración del Vaticano sobre la prohibición de mujeres sacerdotes como enseñanza “definitiva”
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