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Tuesday, May 17, 2022

Celebrating Life in the Neighborhood of El Pinal, Colombia by Olga Lucia Alvarez ARCWP

Olga Lucia in El Barrio El Pinal





We were accompanied at the altar for the first time by Manuela, granddaughter of Mrs. Ana, daughter of Lucero, our companion presbyter.

 As a blessing of the Divine Essence, I have had the opportunity to concelebrate the Eucharist with a family of pure peasant roots, who live in one of the most affected and abandoned sectors by the State of our country.



Here the population does not have drinking water, the aqueduct arrives, but in tanks and what the people can collect from rainwater, the road is narrow, and part of it is unpaved. Without the presence of the State, the youth groups are in charge of the surveillance of the sector, the inhabitants pay them their fee for this service.

It is an environment where everything is shared: "neighbor, give me some water"; "neighbor, can you give me a little bit of salt" this is something that in other sectors is not heard and less they know each other.

The family has invited me to celebrate Mother's Day with them. Mrs. Ana, a woman who has had 12 children.


Several of her children, grandchildren, brothers-in-law, nieces and nephews were present. Together they prepared a good sancocho. It was a joy to see the boys, making the preparations, preparing the fire pit, waiting for the firewood, attending to those who were arriving, offering a good coffee and then enjoying a delicious lunch with a mountain flavor.

They prepared the altar. The table, the tablecloth, the flowers, the lights, the Christ and the atmosphere decorated with colorful balloons. It was the best they wanted to offer to their mother, to make the Eucharist a celebration of gratitude for life.



Two characters stole our attention: Mrs. Ana and a little girl who had just arrived to the Violeta family. The two of them could well represent the past and the future in the present.

At the time of the presentation of offerings, Violenta was presented and blessed in her family community. Grandmother was presented with the gifts that were brought to her. It was impossible not to say to the Divine at that moment: "Everything is yours, oh Divine Essence, and what is yours we give to you".


We all participated in the consecration of the bread and wine, extending our hands and saying the words of consecration.

We were all invited to receive the species: the gifts of the Divinity, for the people of God, the bread and wine, we took them with faith and gratitude.

It was to make manifest the right to life in fullness, where we shared all those elements that allow us to live life, in fraternal love and gratitude, in the longing for Justice and Peace for our people.

We were accompanied at the altar for the first time by Manuela, granddaughter of Mrs. Ana, daughter of Lucero, our companion presbyter.
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https://evangelizadorasdelosapostoles.blogspot.com/2022/05/celebrando-la-vida-en-el-barrio-el-pinal.html

CELEBRANDO LA VIDA, EN EL BARRIO EL PINAL.


Olga Lucía Álvarez Benjumea ARCWP*

 

Como una bendición de la Esencia Divina, he tenido la oportunidad de concelebrar la Eucaristía con una familia de puras raíces campesinas, que viven en uno de los sectores más afectados y abandonados por el Estado de nuestro país.

Aquí la población no cuenta con agua potable, el acueducto llega, pero en tanques y lo que la gente puede recoger de agua de lluvias, la vía es estrecha, y parte de ella sin asfaltar. Sin presencia del Estado, los grupos juveniles, se encargan de la vigilancia del sector, los habitantes les pagan su cuota por este servicio.

Es un ambiente donde todo se comparte: “vecino, me regada un poco de agua”; “vecina me puede regalar un poquito de sal” esto es algo que en otros sectores no se escucha y menos se conocen entre sí.

La familia, me ha invitado a celebrar el día de la Madre con ellos. La señora Ana, una mujer que ha tenido 12 hijos.

Varios de sus hij@s, niet@s, cuñad@s, sobrin@s se hicieron presentes. Junt@s prepararon un buen sancocho. Fue una gozada ver a los muchachos, haciendo los preparativos, preparando el fogón, pendiente de la leña, atendiendo a quienes iban llegando ofreciendo un buen café y luego disfrutando un rico almuerzo con sabor montañero.

Prepararon el altar. Que la mesa, el mantel, las flores, las luces, el Cristo y el ambiente adornado con globos de colores. Era lo mejor que querían ofrecer a su madre, hacer de la Eucaristía una fiesta de agradecimiento a la vida.

Dos personajes robaban nuestra atención la Señora Ana y una pequeña recién llegada a la familia Violeta. Ellas dos, bien nos podían representar el pasado y futuro en presente.

En el momento de la presentación de ofrendas, Violenta fue presentada y bendecida en su comunidad familiar. A la abuela le presentaron los obsequios que le traían. Era imposible no decir a la Divinidad en ese momento: “Todo es tuyo, ¡oh! Esencia Divina, y de lo que es tuyo te damos”.

Tod@s participamos en la consagración del pan y del vino, extendiendo las manos y diciendo las palabras de la consagración.

Tod@s estábamos invitados a recibir las especies: Los dones de la Divinidad, para el pueblo de Dios, el pan y vino, los tomamos con fe y agradecimiento.


Era hacer manifiesto el derecho a la vida en plenitud, donde compartíamos todos aquellos elementos que nos permiten vivir la vida, en amor fraterno y gratitud, en la añoranza de la Justicia y de la Paz para nuestro pueblo.

Nos acompañó en el altar por primera vez Manuela, nieta de la señora Ana, hija de Lucero, nuestra compañera presbitera.

                                       REPORTE GRÁFICO DE LOS MOMENTOS VIVIDOS.

*presbitera católica romana


El Pinal, mayo 12 2022

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