Olga Lucia Alvarez Benjumea ARCWP
What I am going to share here, I've been discussing with my female and male friends, with whom I have eaten multiple pounds of salt (bitterness) together, in our lives and our jobs.
Applying the Method of Feminist Theology, allows us, as we apply it to discernment, what male theology does not allow us, since it applies only to men, and has a sexist patriarchal character, which oppresses and marginalizes us. It rescues us from myopia, and leads us from being dumbed down, so as not to continue to support the structures of the patriarchal system.
I remember being taught that Theo-logy meant God-treatment, Theos=God, Logos-knowledge or treatment, rather: treatment of God. It is a subject that is only taught in seminaries and Catholic universities, for men; women could not study theology, for us, instead of theology, the degree they provide is: Religious Sciences.
Feminist theology, which begins to make a stride in our media, is a self-critical tool, as male theology is only for men, while we are disregarded or denied, attempting to remove us from history.
Feminist theology is based on every woman's life experience; it is not static, not repetitive, it is original, creative, it is not imposed. It contains no norms, no structures, it is contextualized in life. Besides, it's not just a theology, it's a lot of theologies, as there are so many women different, starting from our life contexts.
The method of feminist theology allows us to question the theology of the West, of the patriarchal system, which brings us everything solved, structured and ordered, it does not allow us to be questioned, placing us in the margins:1 Corinthians 14:34.
It is feminist theology that asks, that suspects, that doubts, that destabilizes us from the Western order, that has been embedded in us. Feminist theology leads us to seek our identity, valuing our bodies, and our strength and female presence, while the past denies us, hides us, does not mention us, denying female contributions, in the spiritual, social, financial and politically liberating fields. There we discover chaos, from which life springs, deep darkness, which makes it possible for us to see the light of life.
Feminist theology does not need a passport, or an ID, which they ask for when you enter or exit, it does not require Canons for approve and recognition. In female theology, nothing is scanned, everything is original and first-hand.
Feminist theology is constant work. It is a path without goal, it is a search of the Divine Essence, which welcomes us, tucks us in, does not reject us, marginalize us, sentence us or blame us. It's universal, globalizing, it's a feminist echo, it's macro ecumenical. Feminist theology is welcomed.
"There will be a day when all of us, when we look up, will see a land that sets freedom."(José Antonio Labordeta).
Feminist theology, what does it intend, what is its proposal?
The proposal of feminist theology is not unique, it convenes, welcomes and promotes, participation in alliance with other groups, as a liberating political alliance, towards freedom of conscience, all of us united in universal sorority. It is mutual acceptance, with those who think differently, always emerging as a reflection that reconsiders traditions, practices, scriptures, always setting out from a feminist perspective. Different creeds, ethnicities, languages, willing to eliminate an oppressive patriarchal, exploitative, abusive, marginalizing system, a promoter of violence, that every minute, every day wants to take our lives, giving greater importance to the sacrificial rite, denying us the celebration of life.
Feminist theology is the space to welcome a variety of Movements, different kinds of thought, from a religious viewpoint, including different cultures.
Feminist theology is a seed that germinates, whose bursting and blooms we see emerging, oxygenating and refreshing the world, women and men; its challenge is to create relationships of "social friendship", (FT99) free and reciprocal, without subjugation, or crushing domination of a patriarchal character.
*Roman Catholic Woman Priest
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Rev: 21/11/2020
¿TEOLOGIA FEMINISTA?
Olga Lucia Álvarez Benjumea ARCWP*
Lo que aquí voy a compartir, lo he estado comentando con mis amigas y amigos, con l@s cuales nos hemos comido varias arrobas de sal junt@s, en nuestra vida y trabajos.
La Teología feminista, aplicando el Método de la Teología feminista, nos permite, a medida que le aplicamos a hacer el discernimiento, que la Teología masculina no nos permite, ya que ésta es solo de los varones, de carácter patriarcal machista, que nos oprime y margina. Nos rescata de la miopía, y nos desemboba, a no seguir sosteniendo las estructuras del sistema patriarcal.
Recuerdo que me enseñaron que Teo-logia, significaba Dios-tratado, Theos=Dios, Logos=conocimiento o tratado, mejor dicho: tratado de Dios.
Es una materia que solo dan en los Seminarios y en las Universidades Católicas, para los varones, las mujeres no podían estudiar Teología, para nosotras, en vez de Teología, el grado que otorgan es: Ciencias Religiosas.
La Teología feminista, que empieza a hacer carrera en nuestros medios, es una herramienta autocritica, ya que la Teología de los varones, solamente es para los varones, mientras que a nosotras nos desconoce o niega, pretendiendo sacarnos de la Historia.
La Teología feminista parte de la experiencia de vida de cada mujer, no es estática, no es repetitiva, es original, creativa, no se impone. No contiene normas, ni estructuras, es contextualizada en la vida. Además, no es solo una teología, son muchas teologías, tantas cuantas mujeres somos, partiendo desde nuestros contextos de vida.
El método de hacer teología feminista, nos permite cuestionar la teología de Occidente, del sistema patriarcal, que trae todo solucionado, estructurado y ordenado, no nos permite ser cuestionada, colocándonos al margen:1 Corintios 14:34.
Es la Teología feminista, la que pregunta, que sospecha, que duda, la que nos desestabiliza del orden Occidental, que nos han incrustado. La teología feminista nos encamina a buscar nuestra identidad, valorando nuestros cuerpos, y nuestra fuerza y presencia femenina, donde el pasado nos niega, nos oculta, no nos menciona, negando el aporte femenino, en lo espiritual, social, económico y político liberador. Allí descubrimos, que es el caos, de donde brota la vida, la oscuridad profunda, que hace posible que veamos la luz de la vida.
La Teología feminista, no necesita pasaporte, ni el ID, que piden a la entrada o a la salida, no requiere de Cánones que la aprueben y reconozcan. En la Teología femenina, nada se escanea, todo es original y de primera mano.
La Teología feminista, es un quehacer constante. Es un camino sin meta, es búsqueda, de la Esencia Divina, que nos acoge, nos arropa, no nos rechaza, ni margina, no nos sentencia ni culpabiliza. Es universal, es globalizante, es eco feminista, es macro ecuménica. La Teología feminista, es acogida.
“Habrá un día en que todos, al levantar la vista, veremos una tierra que ponga libertad”. (José Antonio Labordeta).
La teología feminista ¿qué pretende?, ¿cuál es su propuesta?
La propuesta de la teología feminista, no es única, ella convoca, acoge e impulsa, la participación en alianza con otros grupos, cual alianza política liberadora, hacia la libertad de la conciencia, tod@s unid@s en sororidad universal. Es la aceptación mutua, con quienes piensan diferente, surgiendo siempre como una reflexión que reconsidere las tradiciones, prácticas, escrituras, partiendo siempre en perspectiva feminista. Diferentes credos, etnias, lenguas, dispuest@s a eliminar un sistema patriarcal opresor, explotador, abusador, marginador, promotor de la violencia, que cada minuto, cada día nos quiere arrebatar la vida, dando mayor importancia al rito sacrificial, negándonos la celebración de la vida.
La teología feminista, es el espacio de acogida a una variedad de Movimientos, diferentes clases de pensamiento, desde lo religioso, incluido las diferentes culturas.
La Teología feminista es una semilla, que germina, cuyo reventar y brotes vemos surgiendo, oxigenando y refrescando al mundo, a mujeres y hombres, su desafío es crear relaciones de “amistad social”, (FT99) libres y reciprocas, sin sometimiento, ni dominio aplastador de carácter patriarcal.
*Presbitera Católica Romana
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