CARTA ABIERTA A NUESTRO HERMANO FRANCISCO,
OBISPO DE ROMA.
Ref: PIDO SER RECONOCIDA COMO HIJA DE DIOS.
Medellín, enero 10 del 2021
Muy apreciado hermano Francisco:
Nuevamente me atrevo a escribirle por este medio, que creo es más directo y fácil, que reciba esta comunicación y no se quede perdida en el trasteo del correo por el Vaticano.
Pertenezco a la Asociación de Presbiteras Católicas Romanas (ARCWP, siglas en inglés).
Ud. varias veces en sus intervenciones ha reconocido los dones, valores y buenos servicios de la mujer al servicio de la Iglesia. Además, somos más de la mitad de las mujeres a quienes nos interesa y queremos la Iglesia. No nos hemos retirado de la Iglesia, no hemos renunciado a nuestro Bautismo.
Mucho le agradecería, si me pudiera explicar por qué la Jerarquía, hasta la fecha, se sigue refiriendo a nosotras, como personas no dignas de representar a Cristo en la tierra, y por lo tanto no podemos ser ordenadas presbiteras, según el Decreto de Graciano (1.140). Dice este monje que: “las mujeres deben ir con la cabeza cubierta, porque no son la imagen de Dios”, protocolo que se sigue cumpliendo, de manera especial en el Vaticano, en algunas Audiencias. Algunas religiosas, se cubren su cabeza, el resto no nos la cubrimos, pero duele profundamente el que se nos diga que “no somos imagen de Dios”.
Dicho Decreto, no ha sido abolido dentro de la Iglesia, se nos sigue aplicando, sin referirse a él. Cuando en la Iglesia se preguntan por la ordenación de mujeres, se refieren a este Decreto: “solo pueden ser ordenados, hombres bautizados” Canon 1024. Por el hecho de estar reclamando la abolición de este Canon, para que nuestro Bautismo sea reconocido plenamente, se nos trata de marginar y castigar
Hermano Francisco, en nombre de las mujeres de nuestra Iglesia, le pido humildemente que seamos reconocidas como hijas de Dios, creadas a Imagen y Semejanza de Dios (Génesis 1,26-27).
Ud. con su cargo, su testimonio y compromiso puede abrir muchos caminos de Justicia, Reconciliación y Paz. La institución eclesial, no puede estar al servicio del sistema patriarcal, opresor y dominante, sin manifestarse ante los feminicidios, abusos sexuales, y la situación de violencia que vivimos no solo en Colombia, sino en el mundo entero.
En nombre de María de Nazaret y María de Magdala, Apóstola de los Apóstoles, mujeres creadas a imagen y semejanza de Dios, a través de ellas, hemos recibido también el mensaje del ángel: “no tengan miedo” Mateo 25:5-10. Mensaje que recibimos y seguimos anunciando
su Pascua de Resurrección, en la población de Galilea, que nos muestra su sufrimiento, dolor y muerte, añorando la Esperanza, la Justicia, en cualquier lugar del mundo donde hay migrantes, desplazados, marginados, racismo, y toda clase de discriminación.
Cuente con mis oraciones, pido sus oraciones, para lograr ser reconocida como hija de Dios.
Bendígame, hermano Francisco, aprovecho de desearte un buen año 2021 y muchas bendiciones para su ministerio.
Su hermana en Cristo,
Olga Lucia Álvarez Benjumea
Presbitera ARCWP
https;//arcwp.org
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